Alocución de apertura de la Facultad de Humanidades

   • Excmo. Y Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Bata.
   • Excma. Sra. Vice-Rectora, encargada de Asuntos Académicos de la UNGE.
   • Iltmo. Sr. Decano de la Facultad de Humanidades.
   • Dignísimas autoridades de la comunidad universitaria.
   • Ilustres profesores.
   • Señoras y señores:

De verdad, es para mí motivo de alegría y satisfacción asistir en este acto de apertura del curso académico 2012/2013 y la puesta en marcha de la Facultad de Humanidades así como pronunciar mi alocución de circunstancia en el mismo porque, sin ánimo de enaltecerse, mi humilde persona se había constituido en elemento clave para el análisis, estudio, elaboración y aprobación de los planes de estudio de esta nueva Facultad de Humanidades.


Hoy, el mercado laboral reclama universitarios cualificados mucho más versátiles y adaptables a circunstancias que cambian rápidamente, con aptitudes y habilidades personales que complementan los conocimientos específicos. Aptitudes como la capacidad de liderazgo, habilidad de trabajo en equipo, la gestión de equipos y proyectos, la comunicación correcta tanto oral como escrita, el dominio de la tecnología o capacidad de síntesis y análisis se han caracterizado como competencias genéricas y transversales en los currícula de esta Facultad.

Por eso, para nosotros, estos planes de estudios integran tres acepciones acreditativos para un buen profesional universitario:

    • Primero, desde una perspectiva contemporánea, sus contenidos revelan un enfoque interdisciplinar que promoverán oportunidades de empleo en el mercado laboral;
    • Segundo, desde la dimensión humana y religiosa, patentizan valores fundamentales del humanismo y del catolicismo religioso para la formación integral del hombre y de la mujer de nuestra era;
    • Y tercero, responden a las exigencias del Espacio CEMAC sobre la Enseñanza Superior, Investigación Científica y Formación Profesional, bajo los objetivos de adoptar un sistema flexible de titulaciones, comprensible y comparable que promueva oportunidades de trabajo y una mayor competitividad internacional que conduce la movilidad de los estudiantes, profesores e investigadores.

Pues, debemos saber que estamos siguiendo una corriente de la mundialización e internacionalización del saber. Con el Plan Bolonia en 1999, los países europeos se comprometieron a reformar y reforzar sus sistemas de enseñanza superior. El objetivo fue hacer a Europa la economía del conocimiento más competitiva y más dinámica del mundo, capaz de un crecimiento económico durable y ajustado, un mejoramiento del empleo y una gran cohesión social.

En vista a esta realidad, los países africanos se dieron cuenta de la importancia y las ventajas que contraía el plan Bolonia y, teniendo en cuenta los estrechos lazos que los sistemas educativos africanos tienen con los europeos, adoptaron transportar la experiencia de este plan en el ámbito universitario africano, como símbolo de esta internalización del saber.

Por esta misma razón, los líderes de la CEMAC, habiendo analizado, una vez más, las ventajas del Nuevo Sistema de Enseñanza Superior, adoptaron, el 11 de febrero de 2005, la Declaración de Libreville; la cual ponemos en práctica hoy en día en esta Facultad.

MUCHAS GRACIAS

- Dr. Armando Monsuy